22 vistas de la casa de noche, 1998 – Polaroid – 22 piezas, 11 x 9 cm c/u
36 vistas de a casa de noche, 1998 – Fotografía color – Laminado – 36 piezas, 9 x 13 cm c/u
Databack, 1998 – Fotografía color – Laminado – 80 x 100 cm
White databack, 1998 – Fotografía color – Laminado – Medidas variables
Blue databack, 1998 – Fotografía color – Laminado – Medidas variables
Sin título (18), 2000 – Fotografía color – 100 x 100 cm
Sin título (19), 2000 – Fotografía color – 100 x 100 cm
Sin título (6/9), 2000 – Fotografía color – 100 x 100 cm
36 vistas de a casa de noche, 1998 – Fotografía color – Laminado – 36 piezas, 9 x 13 cm c/u
Databack, 1998 – Fotografía color – Laminado – 80 x 100 cm
Blue databack, 1998 – Fotografía color – Laminado – Medidas variables
White databack, 1998 – Fotografía color – Laminado – Medidas variables
Sin título (18), 2000 – Fotografía color – 100 x 100 cm
Sin título (19), 2000 – Fotografía color – 100 x 100 cm
Sin título (6/9), 2000 – Fotografía color – 100 x 100 cm
FOTOGRAFÍA Y ESPACIO URBANO EN LOS 90
Entre 1998, Ostera produjo 22 vistas de la casa de noche. Se trata de una grilla de 22 polaroids uniformemente negras. Obviamente, los veintidos gradientes perceptivos prometidos por el título funcionan como una ironía conceptual. La artista negó a la fotografía su condición mínima de visibilidad (aquella que subyace al propio término): la luz. En la unánime noche nadie ve nada. En la reducción máxima de la fotografía a su soporte material, desaparece la imagen, o bien, la imagen resultante es comparable a los monocromos en los que desembocó la abstracción minimalista. De este modo, la divergencia señalada por Krauss hacia 1860 entre las vistas fotográficas y la planimetría pictórica, se tocan, como extrañas paralelas, en el infinito de su propia opacidad
González, Valeria. Fotografía en la Argentina 1840/2010 (p.134), Buenos Aires, Ediciones ArteXArte, 2011.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...