Provisionally untitled – 2020/2021

El fantasma de unas fotografías encontradas en la calle vive en un papel sensible. El niño  jugando en las piedras de un arroyo, la pareja sentada en un banco de plaza, el paisaje  serrano, el retrato a contraluz, ya no pueden verse. Son recuerdos ajenos, doblemente  negados; por quien se deshizo de ellos, condenándolos a la intemperie, por quien, habiéndolos rescatado, decide no mostrarlos.  

Prescindo de esas imágenes típicas, tan propias del cualquier álbum familiar de hace 60  años, y en cambio rescato el objeto fotografía: un papel pequeño, de brillo sin plástico, que  pesa sutilmente sobre las manos. A partir de allí, diseño una abstracción. Cada foto  regresará manteniendo su dimensión, como el agregado de dos tonos, uno para la imagen,  otro para el marco (¿no es precioso el margen que elude la línea recta y luce un borde de  pequeñas ondulaciones?).  

Ahora, en este papel sensible, esos fantasmas, espectros minimalistas del souvenir  desdeñado, se acomodan, crean relaciones de proximidad. Juegan a que regresan a un álbum.  

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Proceso: Una serie de máscaras permite el velado selectivo con diversos tiempos de exposición. El velado se  realiza con la luz solar. El resultado es el cambio en el color del papel, por una reacción física a la luz. No hay  uso de revelador. La imagen se hace permanente a través de un fijado. Cada pieza es única.