Typographic Project – 2006/2008

Hubo un día en que las cosas necesitaron ser contadas, numeradas, clasificadas. Exigieron someterse al rigor del catálogo – ese ordenamiento arbitrario que invariablemente nos sobrepasa y que nunca se agota – para ser comprendidas y separadas del caos. Me embarco, entonces, en aventuras taxonómicas, apenas sentimentales. Ensayo ordenamientos caprichosos, siempre inestables, siempre susceptibles de soportar un cambio de consigna, una modificación del criterio. Las letras y los números aparecen como formas que asignan sentido: útiles herramientas de sistematización apreciadas por la vocación del coleccionista. Inesperadamente, en un momento impreciso, la tipografía se revela y pierde neutralidad. La fuente abandona las letras y se transforma en otra cosa: se impone como artefacto, se instala en el plano de la imagen fotográfica con peso propio. Webdings, wingdings, dingbats. Un enorme repertorio tipográfico que rehuye las palabras y que se inscribe en un lenguaje de otro orden. Entre el espacio de la tipografía como signo que nombra y da sentido y el de la tipografía como imagen, como significante despojado de su significado, la obra va y viene, se divierte sin apuro.