11 OPERACIONES COMBINADAS

1· Transcribir el texto alternativo automático (AAT) encontrado en Facebook y generado
por un robot que interpreta imágenes, describe situaciones y olvida jerarquías. Dejar de
lado el malestar por la certeza de la vigilancia y autorizar a esta aplicación como un ser
con habilidades literarias. Acaso, ¿no hay algo de poesía en esas descripciones absurdas, en estas enumeraciones disparatadas? Aceptar el potencial expresivo de un ente
sin alma.
2· Seleccionar el zócalo del e-mail, con las frases sugeridas por un asistente que lee la
correspondencia y propone respuestas posibles, concisas, ajustadas a cierta forma de
escribir, y transformar esas palabras en la imagen de una postal. Meditar sobre la posibilidad de resolver una réplica con la punta del dedo —dos toques y el mensaje vuela a su destino— ¿Queda alguien en el mundo con el deseo de pensar una contestación?
3· Operar sobre un vocablo de presencia recurrente, un concepto característico de estos
tiempos. Dividirlo por dos. Tomar cada término y considerarlo en su individualidad. Percibir la resonancia de cada una de estas partes. Especular con la disociación y la separación en el espacio como un modo de generar sentido. ¿Las partes excediendo al todo?
4· Elegir letras que son formas geométricas. Ι Δ. Leer y observar, alternativamente, y
reconocer dos conjuntos. En uno, un triángulo y un rectángulo, en otro, la primera y la
tercera vocal. Pensar en la geometría como sentido, en la tipografía como significado,
en la imagen inestable. ¿Escritura o dibujo?
5· Proyectar una traducción de figura a volumen, de una superficie en el plano a cilindro
y a prisma rectangular. Explorar las tres dimensiones. Sumar: 50 m de papel fotográfico
+ 120 placas de película negativa. Resultado: dos cuerpos sensibles.
6· Encontrar una palabra que se adhiere y multiplicarla por tres. Ponderar el alcance del
término frágil (reclamo triple de cuidado y atención) ¿De qué fragilidad se habla?
Valorar el resultado de una ecuación de resultado incierto: ¿Obra = vida? Tal vez,
obra < vida. Tal vez, obra > vida.
7· Ordenar con precisión una colección de papeles, serie discreta de hojas apenas
desplazadas. ¿El papel fotográfico es un plano o un cuerpo? Rescatar la importancia de
los márgenes oscurecidos por el tiempo y la luz. La superficie de arriba muestra un
color: ¿es rosa? ¿amarillo pálido? ¿beige? Difícil decirlo, no deja de mutar.
8· Disponer una superposición de películas, cuidadosamente, atendiendo a esa incisión
de un par de cm que da cuenta de la característica del film —un corte como modo de
identificación, al tacto, en la oscuridad—. Seis placas diferentes, seis formas particulares de responder a la luz. ¿Cuántas sensibilidades existen?
9· Leer, antes de preparar las herramientas que reemplazarán al pincel. El nombre, en el
pomo, no deja lugar a dudas: Tree green, Sky blue, Flesh, Lip, Cheek. Considerar el imperativo del fabricante. Ensayar una operación combinada: a una foto, restarle la imagen y sumarle un valor y óleo transparente. Resultado: geometría coloreada a mano.
10· Retocar, como antes. Agradecer que la tinta sabe corregir el error: pequeñísimos
puntos completan faltantes de color sobre el papel fotográfico. Ensayar otra operación:
proyectar la imagen, aplicar retoque, sustraer la foto (no la verás a los cuatro, en brazos
de su abuelo). Resultado: un resto de tinta y papel.
11· Escribir un texto que dé cuenta de los procedimientos. Tomar decisiones formales:
desechar un escrito en primera persona, intentar con la segunda, preferir el infinitivo.
Tomar decisiones conceptuales: elegir qué decir, qué callar. ¿Describir? ¿Explicar? ¿Dar
pistas? ¿Cómo se habla de una obra?

Andrea Ostera, 2019

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